Cobardía

De vez en cuando el Señor nos llama a aprender en los ejemplos ajenos, y este relato de Gálatas 2 nos deja ver como un gigante de la fe puede tener pies de barro y fallar. Pedro le falla al Señor por cobardía, tiene miedo de aquellos que luchaban por un Evangelio transformado por sus costumbres religiosas. Y el miedo y la cobardía nunca han sido buenos consejeros, sólo consiguen llevarnos por un camino de pecado y desgracia. Por eso el apóstol Pablo le confronta manteniendo la pureza del Evangelio intacta. Quiera Dios que la próxima vez que la presión del grupo que nos rodea nos tiente con la cobardía podamos decir como Pablo “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mi”